Historias reales desde las azoteas
Marta instaló tres jardineras con salvias y tomillos. Al mes, una abeja carpintera apareció cada tarde. Su azotea ahora suena a zumbido suave y vecinas se turnan para regar. ¿Te animas a repetir la historia?
Historias reales desde las azoteas
Un colegio urbano creó parches de pradera y hotel de insectos. Estudiantes miden visitas de mariposas con cuadernos de campo. Aprenden ciencia observando, y la ciudad gana un pequeño oasis educativo y verde.